La Infección Respiratoria Aguda, es el proceso infeccioso de cualquier área de las
vías respiratorias; puede afectar la nariz, oídos, faringe, epíglotis, laringe, tráquea,
bronquios, bronquiolos o pulmones. Debido a la posibilidad de afectar una o varias
partes de las vías respiratorias, es posible encontrar signos y síntomas de
infección variables, a saber: tos, fiebre diferentes grados de dificultad para
respirar, dolor de garganta, secreción nasal, dolor de oídos, etc.
Afortunadamente la mayoría de los niños con estos síntomas sólo padecen una
infección leve, y auto-limitada tal como un resfriado común o una bronquitis de
poca intensidad. Sin embargo, unos cuantos niños contraen neumonía que debe
ser tratada a tiempo por cuanto puede ocasionar la muerte como consecuencia de
un compromiso respiratorio progresivo a insuficiencia respiratoria o por una
invasión bacteriana que desencadene sepsis.